“Hilados del Azul”, la red de mujeres que enseñan y aprenden a hilar y trabajar con telar a mujeres que viven en zonas rurales de la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, se inicio en la escuela 16 Paraje La colorada en el año 2007 y fueron varias las escuelas que sumaron y siguen sumando mujeres al proyecto
Además de convertirse en una salida laboral, representa un lugar de encuentro y sociabilización que ayudó a fortalecer vínculos y encontrar un camino propio en el mundo rural de Azul.
Para hablar de “Hilados del Azul”, tenemos que hablar de su mentora, Verónica Torassa. Socióloga, madre y abuela que desde hace más de cuarenta años vive en Azul. A lo largo de su carrera trabajó en Salud , Niñez y Adolescencia y, articulando con Educación, en barrios periféricos . En el año 2001 fundó junto a colegas hospitalarios y productores rurales la agrupación “Azul Solidario” para mejorar la calidad educativa de niños urbanos vulnerables y tras jubilarse en 2007, se dedicó de forma exclusiva a darle visibilidad y promover cambios en las comunidades rurales.
En en el marco del Proyecto ProMeCER (2005) , con foco en el mejoramiento de la Calidad de la Educacion y de Vida Rural, Azul Solidario diseña el proyecto Hilados del Azul y desde cuya ONG se lo coordina e impulsa. Veronica Torassa, presidente de Azul Solidario, no duda en afirmar que “es maravilloso saber que el ser humano es un ser ilimitado para innovar. Esta creatividad no se puede desperdiciar”. Así propone a las madres que esperaban a sus hijos cuatro horas que terminaran sus clases aprender un oficio en su tiempo libre. Éste fue el eslabón fundacional de “Hilados del Azul” Les atrajo la posibilidad de ocupar su tiempo en esta actividad que además de ofrecerles una salida laboral, les permitía compartir lindos momentos con sus pares en las escuelas. No olvidemos que las familias rurales viven aisladas
El emprendimiento, en su rol socializador y formativo, capacitó y sigue capacitando a muchas mujeres que llegan al Partido de Azul y encuentran en este proyecto una legítima posibilidad de aprender este oficio, integrarse al grupo, aprender el trabajo en equipo y obtener ingresos. “Nuestra función social también tiene impacto en las que migran porque cuanto se mudan por temas laborales de sus maridos, se van con un capital de conocimiento que les permite desempeñarse y seguir creciendo en otros espacios. Cada año nuevas mujeres se suman al proyecto que articula su trabajo no sólo en hilado sino también en telar, teñido artesanal, tejido a mano, bordado y costura”.
Este emprendimiento es fruto del trabajo en red en la que interviene el Municipio que colaboran en los traslados a ferias como Caminos y Sabores en CABA desde el año 2009, los productores rurales con donaciones de lana; la Sociedad Rural, que financia los traslados de la capacitadoras a las escuelas rurales, y el actual acompañamiento del INTA AZUL que facilita un salón en su sede para reuniones y ajustes de tareas lo que ha promovido el ingreso de mujeres de la ciudad al grupo
Azul Solidario continua acompañando el proyecto facilitando contactos para favorecer sus ventas en ferias regionales y nacionales , facilitando contactos para nuevos diseños y gestionando financiación para la compra de nuevas herramientas ( ruecas) , telares y compra de vellones para hilar.
A través de Hilados del Azul, las mujeres rurales han adquirido visibilidad y mejoran día a día la calidad de sus productos íntegramente elaborados con pura lana de oveja hilada a mano con diseños únicos e innovadores. Su empoderamiento les ha permitido también lograr ingresos propios , favorecer el arraigo en territorio y una mejor integración familiar
Azul Solidario cuenta hoy con un equipo de mujeres voluntarias que acompañan a estas emprendedoras facilitándoles sus ventas en ferias locales, regionales y en las redes sociales , como es el caso de su vicepresidente María Inés Wallace.
El haber participado durante 10 años en la feria Caminos y Sabores de la Ciudad de Buenos Aires, se ha convertido en un ejemplo de voluntad y perseverancia que mujeres de la ciudad han rescatado como un acto valorable y han decidido sumarse al grupo. Esta sinergia entre mujeres del campo y la ciudad es un interesante ejemplo de que se puede quebrar la dicotomía campo/ciudad a través de un emprendimiento que enriquece a quienes aceptan la modalidad de gestión mixta , con fuerte condimento de solidaridad.